Según las viviendas de apuestas, las selecciones juveniles de Polonia y Georgia parten como favoritas para ofrecer la sorpresa en el próximo Europeo Sub-21, que se disputará en Eslovaquia.
Ambas escuadras llegan con apetito de probar que pueden eliminar a entre los enormes preferidos ya sea Francia o Portugal desde la fase de conjuntos. No hay rincón para relajarse: el desafío entre ellos definirá quién avanza a la siguiente ronda y quién queda como outsider.
Tras quedarse fuera del torneo en 2023, la selección polaca Sub-21 regresa fuertemente tras poder su clasificación. Bajo la dirección del técnico Adam Majewski, terminaron segundos en su grupo , asegurando una plaza como uno de los mejores segundos. En diez partidos de clasificación, Polonia sumó 22 puntos, quedando solo 4 tras Alemania.
Este campeonato en Eslovaquia representa la octava participación de Polonia en la Eurocopa Sub-21. Entre 1982 y 1994 alcanzaron los cuartos de final en cinco ocasiones , pero en 2017 y 2019 no lograron superar la etapa de conjuntos. Romper esa inclinación negativa es la prioridad para esta generación.
“Queremos pasar de conjunto. Vamos al torneo con una mentalidad positiva , preparados para competir contra cualquier rival — ya sea Portugal, Francia o un Georgia muy competitivo”, declaró el seleccionador Adam Majewski antes del comienzo del campeonato.
Polonia llega a este acercamiento en un estado prácticamente especial. Según Majewski, solo un jugador tuvo inconvenientes leves a lo largo del comienzo del stage, pero en este momento el conjunto está al 100 % físicamente. Entre los futbolistas clave es el radical de 21 años Mariusz Fornalczyk, del Korona, señalado por Kamil Grosicki como un potencial relevo para la selección absoluta.
El entrenador también bromeó sobre una pequeña lesión sufrida “por falta de especialidad ”, si bien aseguró que no afectará su capacidad para tomar decisiones atinadas durante el torneo.
Georgia fue la gran revelación del último Europeo Sub-21. Como país anfitrión, el aparato de Ramaz Svanadze acabó invicto en la fase de conjuntos : vencieron a Portugal, empataron con Bélgica y Holanda, y sorprendieron al dirigir la llave. En cuartos de final, vivieron una noche histórica en Tbilisi con un récord de asistencia de más de 44,000 espectadores para un partido juvenil europeo, si bien cayeron en penales ante Israel. Aquella campaña fue un jalón y ahora enfrentan un nuevo desafío.
Por primera vez , Georgia superó de forma exitosa la etapa clasificatoria. El equipo se preparó con un stage en Austria y en este momento está instalado en Eslovaquia. Sin embargo , Svanadze encara problemas en el plantel: los defensas clave Nikoloz Ugrekhelidze, Saba Goglichidze y Luka Latsabidze están lesionados. Esta baja podría obligar al técnico a decantarse por una línea de tres centrales, probablemente con Maisuradze, Khvadagiani y Jakobidze. El juego colectivo es fundamental : “Cada jugador tiene un papel importante en el aparato ”, resaltó el entrenador.
La rivalidad es más dura en el mediocampo, con múltiples contendientes para la titularidad — Gagnidze, Mamageishvili, Lominadze y Sigua. El versátil Lasha Odisharia luce por su capacidad para jugar tanto en ataque como en las bandas del medio campo. Georgi Abuashvili y Georgi Kvernadze asimismo atraviesan un gran instante.
“Estamos en un grupo difícil , pero en un Europeo no hay rivales fáciles. Nuestro objetivo es ganar cada partido. La fortaleza mental va a ser clave”, explicó Svanadze. Aunque esta sea la segunda participación sucesiva en la élite continental, Georgia no solo desea sorprender , sino también ofrecer otro paso histórico adelante.