La selección alemana encara este domingo un partido cargado de urgencias ante Irlanda del Norte tras el sonoro batacazo sufrido en Bratislava frente a Eslovaquia (2-0). La derrota no solo supuso un principio negativo histórico a la fase de clasificación para el Mundial, sino que dejó al grupo de Julian Nagelsmann muy tocado en lo anímico y cuestionado en lo futbolístico.
El margen de fallo se ha achicado al mínimo: Alemania precisa encadenar victorias en los cinco duelos restantes si desea evitar el peligroso sendero de los playoffs. La exigencia es máxima y el seleccionador ha insistido en que espera una reacción inmediata de sus jugadores.
Entre los mucho más señalados tras el traspié en Eslovaquia fue el madridista Antonio Rüdiger, que al lado de Jonathan Tah quedó muy retratado en el eje de la zaga. Más allá de ello, Nagelsmann semeja presto a mantenerlos en el once, aunque no descarta ediciones en otras zonas del campo. El técnico adelantó que habrá cambios, sin precisar cuántos ni en qué posiciones , pero dejó claro que no quedó satisfecho con la actitud de algunos players. Eso sí, todo apunta a que sostenga a Joshua Kimmich en el centro del campo; al paso que en ataque se aguardan noticias en los acompañantes de Florian Wirtz y Nick Woltemade.
Enfrente estará una Irlanda del Norte que llega con la ética disparada tras imponerse a Luxemburgo por 1-3 en su estreno y que confía en realizar daño a una Mannschaft en plena crisis de identidad. La tetracampeona del mundo parte como preferida , pero es consciente de que una nueva decepción complicaría ahora de forma considerable su sendero hacia la cita mundialista. Nagelsmann, de momento , no tiene miedo de ser cesado después de tres derrotas sucesivas. De esta forma lo aseguró en la rueda de prensa previa , dejando claro que el auténtico examen no es para él, sino para sus futbolistas.